No hay día que pase sin que alguno de mis pensamientos no se centre en la situación que está viviendo Oriente Próximo. Aún me es muy difícil imaginar el maravillos Damasco derruído hasta sus cimientos o el mercado cubierto más grande del mundo en Alepo convertido en cenizas.
Hoy quería hablaros de otra realidad que vive un país más o menos vecino, Egipto. La inestabilidad política en el país del Nilo, está facturando un peaje muy elevado a la herencia histórica y arqueológica del país.
Los ladrones se han aprovechado de la situación caótica y están robando antiguedades muy valiosas y milenarias para venderlas en el mercado ilegal, mientras otros muchos se contentan simplemente con destruir piezas únicas.
Uno de los últimos saqueos lo sufrió un museo en Mallawi, a unos 190 kilómetros al sur de El Cairo. Mientras los partidarios del depuesto presidente Mohamed Morsi realizaron una protesta en el jardín del museo, los ladrones aprovecharon que la policía se distraiga para romper y robar más de mil artefactos. Las puertas del museo permanecían abiertas y sin vigilancia.
El museo ha creado una página de Facebook donde detalla lo que ha sido robado con la esperanza de que conplicará la venta a los ladrones.
Saqueos de esta índole han sido reportados en numerosos museos y sitios arqueológicos a lo largo de todo el país. La inestabilidad y la falta de ingresos procedentes del turismo también significa que muchos sitios arqueológicos están sufriendo de abandono.
Se habla que incluso en algunos casos puede existir motivación política en los robos. Se comenta que la venta de algunas de las piezas se realiza para recaudar fondos para la Hermandad Musulmana y Al-Gamaa Al-Islamiya.
Imagen | Enjoy your holiday
En Diario del Viajero | El Museo Nacional de Egipto después del saqueo