En una pequeña isla en un lago a las afueras de Bucarest se encuentra el misterioso Monasterio Snagov, dónde según la tradición local, se situaría la localización donde fue enterrado Vlad Tepes, “el empalador”, el personaje que inspiró a Bram Stoker para escribir Drácula.
Originalmente fundado en el siglo XIV y más tarde excavado en 1933, el monasterio es un lugar aparentemente perdido en la historia del país, pues se encuentra en un pequeño islote aislado. Sin embargo, los lugareños cuentan que después de la vida sangrienta y guerrera que llevó Vlad Tepes III, pidió que a su muerte llevaran a descansar sus restos a la iglesia de este recónidto lugar.
Algunos arqueólogos e historiadores han trabajado para verificar si esta historia es un hecho real y nadie ha podido aún verficar tal dato. Después de varias excavaciones dicen haber encontrado una mezcla de restos de caballo y huesos humanos, pero no hay nada que confirme el posible enterramiento de Drácula.
La mayoría de los historiadores creen que el príncipe de Valaquia fue enterrado en un monasterio en la región de Comana, pero esto no ha impedido que mucha gente crea que dicha historia es falsa.
En la actualidad existe un puente que permite cruzar a la isla y en el interior de la iglesia se encuentra una lápida que supuestamente fue el lugar dónde fueron enterrados los restos mortales de Vlad Tepes.
Realidad o leyenda, lo que si es cierto, es que a primera hora los días de invierno, cuando la niebla se eleva sobre las aguas del lago, el misterio asola al monasterio y tal vez entonces, podríamos incluso imaginar a Drácula recorriendo aquellos parajes.
Imagen | Beautyscenery
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